Escuchémoslo por la infatigable abeja melífera: sufre el trastorno de colapso de colonias, está encargada por la naturaleza de polinizar todas las plantas con flores del mundo y, para su propio sustento, debe visitar dos millones de flores para recolectar suficiente néctar para producir una libra de miel (una la colmena necesitará unas sesenta libras para pasar el invierno, sin contar lo que los humanos extraemos).
En su espléndidamente informativo Fresh Honey Cookbook , Laurey Masterton ofrece ochenta y cuatro recetas, muchas de las cuales no incluyen miel, que no serían posibles sin las abejas. De hecho, un tercio de todos los alimentos que comemos dependen del trabajo de las abejas: manzanas, nueces, fresas, naranjas, uvas, judías verdes y muchos más. Para reforzar este punto, coloca esos ingredientes que cuelgan de las abejas en negrita.
Organizados por temporada, cada capítulo corresponde a una variedad de miel específica derivada de una sola planta con flores: miel de azahar en enero, miel de tupelo en febrero, miel de álamo tulipán en junio, por nombrar algunas. Julio presenta una receta de sopa fría de pepino "transformada" con miel de madera agria. La ensalada de manzana y apio con vinagreta de miel y salvia es una de las ofertas de septiembre. Sencillas y armoniosas, las recetas de Masterton son para todos los días.
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